En el homenaje a la denuncia de Ana Orantes, que marcó un antes y un después en la percepción de la violencia machista en España, su hija Raquel reflexiona sobre el papel de los medios de comunicación en nuestro blog ‘Comunicadoras Granada’
«Todos los días son buenos para recordar a mi madre pero este es su día, cuando se quiso apagar su voz el recuerdo de Ana Orantes sigue más vivo que nunca, y eso es lo verdaderamente importante del día 17», Raquel Orantes.
En Granada vivimos esta jornada histórica de homenaje por el 25 aniversario del brutal asesinato de Ana Orantes con dos actos reivindicativos. Uno matinal organizado por el movimiento feminista granadino y uno más, organizado por el Ayuntamiento de Granada y el de Cúllar Vega en el Palacio de Congresos, con la actuación de una cantante muy querida y comprometida en la lucha contra la violencia de género, Rozalén. Los dos eventos fueron sumamente emotivos, con música, teatro y poesía, artes donde los y las granadinas participantes dieron lo mejor de sí acompañando a Raquel Orantes y a sus hermanos en este día tan significativo. Ana De Gracia y Delia Molina, dos periodistas granadinas, junto a la actriz Farah Hamed, fueron las presentadoras de estos homenajes para que la palabra de Ana Orantes no se olvide y la lucha contra la violencia de género no pierda fuerza. Fue por Ana y por todas las víctimas de violencia de género.
«La televisión ha llegado a ser muy morbosa, ha hecho mucho daño», Raquel Orantes
13 días antes de su asesinato fueron sus palabras. Ana Orantes, con un impecable traje rojo y recién salida de la peluquería brilló con luz propia en el programa de Irma Soriano, “De Tarde en Tarde”. Raquel Orantes, su hija, nos cuenta que «a ella le gustaba mucho, lo veía todas las tardes y quería ir allí a contar su vida, ella lo necesitaba».
Raquel rememora que en el programa sabían que Ana iba a realizar un testimonio sobre violencia de género, pero desconocían la envergadura, «Ni ellos, ni yo. Yo sabía de cosas, de la vida que había tenido con nosotros, pero había muchas que desconocía. Mi madre era una persona que nos protegía muchísimo y no nos contaba muchas de las cosas que le pasaban. Además, mi madre siempre nos inculcó los valores del respeto a la figura del padre, yo de mayor he aprendido que el respeto se gana y él no se ganó nunca el nuestro».
El testimonio de Ana llegó a los hogares andaluces, más tarde españoles y después a los de todo el mundo a través de la televisión, le preguntamos a Raquel por su valoración en el tratamiento de los medios sobre la violencia de género y su opinión es que «los programas que se hacían eran extremadamente morbosos, años después he participado en programas donde personalmente se me ha dicho esto, textual, ‘no analices nada, limítate a contar tu experiencia’, yo me quedaba alucinada».

Nos cuenta sobre una técnica donde en los programas de televisión en los que participaba, «colocaban a personas, a machirulos, en el público para buscar la confrontación y la provocación, era una televisión muy morbosa, donde se buscaba el espectáculo, donde sólo primaba la audiencia, esa televisión ha hecho mucho daño».
Raquel advierte sobre los testimonios que habitualmente los medios buscan y comparten en sus noticias, «declaraciones de vecinos y conocidos que van a contar qué bueno y normal era el maltratador, y es que en eso hay una coincidencia, el abusador siempre esconde sus actos, a nosotros nos aisló, nos apartó de la sociedad, él era el conocido, nosotros no existíamos».
Raquel sin embargo se muestra positiva, cree que ahora la sociedad ha cambiado y que si «un programa se hace de esa forma, la sociedad se echaría a la calle, hoy por hoy creo que no todo está permitido y hay expertos que lo hacen de otra manera. La responsabilidad de los medios en estos temas es fundamental».
Hemos sufrido un retroceso con la extrema derecha
La hija de Ana Orantes advierte «un retroceso en los derechos de las mujeres con la formación del partido de extrema derecha que no reconoce los asesinatos por violencia machista, por violencia de género, y creo que tenemos mucho que avanzar en educación, en el respeto y la igualdad y el conocimiento de lo que realmente es el feminismo, que no es lo contrario al machismo, un hombre puede ser perfectamente feminista y una mujer, machista. Tenemos que avanzar en superar el cuestionamiento a las mujeres a las que todavía se les cuestiona el porqué de su denuncia, se pone el foco en la mujer y los hijos y se deja aparte al maltratador y el asesino».
Hace un llamamiento público a «centrar el foco», considera que el feminismo está dividido y cree que sería importante lograr consenso respecto a unos puntos concretos, «Todavía nos queda mucho por hacer, si nos uniéramos, el movimiento feminista tendría un peso que hoy por hoy no tiene, al final buscamos lo mismo que es acabar con esta lacra».
Acerca de la autora

Susana Sarrión García
Periodista. Gestiono redes sociales y colaboro en El Salto Andalucía. 'Sin humor, ecología y feminismo, no podemos vivir. Sencillo es mejor'.
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