Estudios han revelado que contar una historia a través de las narrativas inmersivas −uso de la realidad virtual, vídeo y/o imagen 360°− genera un alto grado de empatía, pero no se están empleando para sensibilizar sobre la violencia de género.

En España 49 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas en el 2022 y 1,190 desde el 2003. En lo que va del año en España, 8 mujeres más han sido asesinadas y Andalucía es la comunidad autónoma donde más casos se han registrado con 3 víctimas mortales seguida por Canarias, Castilla y León y Cataluña que tienen un caso cada uno, de acuerdo con la última actualización de la Delegación de Gobierno contra la Violencia de Género del 6 de febrero de 2023.
Si bien existen compromisos como la Declaración de la Acción de Beijing y la Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) que han suscrito países, entre ellos España, la violencia de género sigue golpeando al mundo. Según la ONU 1 de cada 3 mujeres ha experimentado violencia física y/o sexual en algún momento de su vida y cada 11 minutos una mujer es asesinada a causa de la violencia de género.

Esto refleja la necesidad de generar más iniciativas y usar nuevas herramientas para sensibilizar o concienciar a la sociedad, y más aún, a los hombres. Las narrativas inmersivas y realidad virtual son algunas de ellas. Las investigadoras Susana Herrera y María José Benítez de Gracia resumen en su investigación a esta tecnología como un “modelo de representación de la realidad que narra hechos con imágenes reales grabadas en vídeo en 360° para generar en el espectador la ilusión de estar presente en el acontecimiento con una perspectiva en primera persona” lo cual permite “identificarse con los protagonistas e, incluso, experimentar las emociones”. Diversos autores han coincidido con las investigadoras al señalar que las tecnologías inmersivas reúnen las características necesarias para generar empatía, lo cual es urgente y necesario para combatir la violencia machista.
La prensa e instituciones públicas han experimentado con la realidad virtual pero es insuficiente
Desde el 2016 diversos medios de comunicación de España exploraron el periodismo inmersivo, al usar la realidad virtual y las imágenes y/o vídeos 360° para contar historias. Sin embargo, no han explorado esta tecnología para sensibilizar sobre la violencia de género. Según diversos análisis realizados a los reportajes inmersivos, los temas más abordados son cultura y espectáculos. Rodríguez y Paíno-Ambrosio en su estudio “Situación actual de los géneros periodísticos inmersivos. Análisis de las producciones informativas en RV y vídeo en 360 entre 2018 y 2020” encontraron un mayor número de producciones en temas de turismo y viajes (49 piezas), los modos de vida (46 piezas) y los perfiles personales (43). La violencia de género fue uno de los temas menos tocados, solo con dos piezas. Con ello, se estaría desperdiciando una tecnología tan valiosa para sumar en la lucha contra la violencia de género.
Por su parte, algunos Ministerios han realizado producciones inmersivas y de realidad virtual para combatir la violencia de género, pero el número de estas campañas ha sido reducido. La más conocida es ‘No mires a otro lado’ del Ministerio del Interior. Se desarrollaron tres vídeos 360° que colocan a los y las espectadoras en diferentes roles: desde la óptica de la víctima (te pone en los ojos de una mujer que es agredida psicológicamente por su pareja), desde la óptica de un testigo (un vecino es testigo de escenas de violencia física y psicológica) y desde la óptica de los jóvenes (un grupo de adolescentes es testigo de la violencia que ejerce su amigo sobre su pareja y no interviene).
El impacto de esta campaña fue analizado por Pilar Colás-Bravo e Iván Quintero-Rodríguez a través de cuestionarios a 121 adolescentes de Sevilla de entre 16 y 19 años y sus resultados muestran que tras la exposición a los vídeos inmersivos “existe una clara muestra de intención de cambio en el comportamiento y concienciación e intencionalidad decidida de apoyo a las víctimas de violencia de género”.
Este resultado coincide con otra investigación realizada en México en el cual se trabajó con 248 alumnos adolescentes a quienes se les impartió clases sobre igualdad y se les hizo ver un vídeo 360° que muestra la violencia de género. A través de sus respuestas, los alumnos aceptaron que las acciones violentas atentan contra la vida, derechos y dignidad de las mujeres, “reconociendo la responsabilidad que tienen como partícipes del machismo y la visión patriarcal que domina a la sociedad”.
En España, instituciones públicas como el Ayuntamiento de Astigarraga también ha experimentado con la realidad virtual a través de un proyecto sobre educación sexual e igualdad de género conjuegos que acercan a los jóvenes, de 12 a 14 años, a situaciones que se viven en el día a día. El Instituto Aragonés de la Juventud ha desarrollado en 2019 la campaña ‘Desigualdad real: una experiencia en realidad virtual y aumentada’ para sensibilizar y prevenir la violencia de género. En tanto, el Ayuntamiento de Málaga y la Universidad de Málaga han desarrollado la campaña ‘Ponte en su piel’, un cortometraje 360 que coloca al espectador en la piel de una víctima de acoso en diferentes ámbitos de su vida.
Estos vídeos muestran lo que millones de mujeres sufren por el solo hecho de ser mujeres: violencia psicológica, física, sexual, acoso callejero, laboral, entre otros. Aunque la mayoría de experiencias inmersivas han sido destinadas a las mujeres para denunciar los diversos tipos de violencias, o a los testigos para no ser cómplices y solo algunas iniciativas han sido dirigidas a los varones o maltratadores como las que se han realizado en Cataluña y replicado en ciudades como Vigo.
Realidad virtual para los maltratadores
La neurocientífica Mavi Sánchez-Vives, la ‘startup’ Virtual Bodyworks y la Generalitat de Cataluña emplearon la realidad virtual para sensibilizar a los maltratadores. Los enfrentaron a sus propios actos; aunque en forma de avatares con el fin de experimentar lo que ellos causan a sus víctimas. Esto habría sido capaz de generar “una mejora de la empatía de los maltratadores hacia las mujeres que agreden” y se debería a lo que se ha denominado Embodiment «encarnación en realidad virtual”. Según Sánchez-Vves, se puede engañar al cerebro para que piense que un cuerpo virtual es el cuerpo real y esa fuerte ilusión de propiedad y agencia sobre el cuerpo “influencia el comportamiento, las actitudes y la cognición”.

Si bien esta experiencia se ha replicado en los sistemas penitenciarios de otras ciudades, las instituciones públicas de España y la prensa no han vuelto a mirar a las narrativas inmersivas para incorporarlas en sus campañas de sensibilización regulares. Con excepción de iniciativas aisladas, se estaría desperdiciando una tecnología 360° que ha demostrado ser capaz de generar empatía lo cual es clave para combatir la violencia de género y promover la igualdad de género, una problemática que es parte de uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) planteados por las Naciones Unidas.
Realizar experiencias inmersivas, a través de la realidad virtual o la tecnología 360°, sería viable en el contexto actual porque existe un repunte en el consumo de contenidos inmersivos. Además se registra un abaratamiento en las tecnologías 360°: cámaras, software, gafas VR, cardboards, y mayor facilidad de distribución a través de plataformas como Youtube. Condiciones que podrían favorecer la creación de nuevas campañas inmersivas que se sumen a las acciones de comunicación tradicionales, poniendo foco esta vez en los hombres, sin acentuar la responsabilidad en las mujeres o los testigos.
English version
Proofreader: Andrew Tucker
Virtual Reality and Gender Violence in Spain: How Immersive Narratives can Raise Awareness about Gender Equality
Studies have shown that using immersive narratives, such as virtual reality (VR), 360° video and images, can generate a high degree of empathy. However, these techniques are not being widely utilized to raise awareness about gender .

In Spain, gender violence continues to be a significant issue, with 49 women murdered by their partners or ex-partners in 2022 with a total of 1,190 women since 2003. As of February 6, 2023, an additional eight women have been killed this year alone, with the autonomous community of Andalusia having the most registered cases with 3 fatalities. The Canary Islands, Castilla y León, and Catalonia have each recorded one case, according to the latest update from the Spanish Government Delegation against Gender Violence.
Despite commitments such as the Beijing Declaration of Action and The Convention on the Elimination of All Forms of Discrimination against Women (CEDAW), gender violence continues to be a global issue. According to the UN, 1 in 3 women has experienced physical and/or sexual violence in their lifetime, and every 11 minutes, a woman is killed as a result of gender violence.

This reflects the need to generate more initiatives and use new tools to raise awareness in society, particularly among men. Immersive narratives and virtual reality are some of these tools. Researchers Susana Herrera and María José Benítez de Gracia summarize this technology in their research as a «model of representing reality that tells stories with real images recorded in 360° video to generate in the viewer the illusion of being present in the event with a first-person perspective,» allowing «identification with the protagonists and even experiencing emotions.» Several authors have agreed with the researchers in pointing out that immersive technologies have the necessary characteristics to generate empathy, which is urgent and necessary to combat gender violence.
The press and public institutions in Spain have experimented with virtual reality but it is insufficient
Since 2016, some media outlets in Spain have explored immersive journalism by using virtual reality and 360° images and/or videos to tell stories. However, they have not used this technology to raise awareness about gender violence. According to various analyses on immersive reportages, the most common topics are culture and entertainment. Rodríguez and Paino-Ambrosio found a greater number of productions on tourism and travel topics (49 experiences), lifestyles (46 experiences), and personal profiles (43 experiences) in their study «Current situation of immersive journalistic genres. Analysis of news productions in VR and 360 video between 2018 and 2020». Gender violence was one of the lesser touched topics, with only two experiences. Therefore, the added value of immersive technology and virtual reality would be squandered if it were not employed to tackle gender violence.
On the other hand, some Ministries in Spain have carried out immersive and virtual reality productions to combat gender violence, but the number of these campaigns has been limited. The best known is ‘Don’t look elsewhere’ by the Interior Ministry, which developed three 360° videos that place the viewer in different roles: from the point of view of the victim (it puts you in the ‘eyes’ of a woman who is psychologically assaulted by her partner), from the point of view of a witness (a neighbor witnesses scenes of physical and psychological violence), and from the point of view of young people (a group of adolescents witnesses the violence exerted by their friend on their partner and does not intervene).
The impact of this campaign was analyzed by Pilar Colás-Bravo and Iván Quintero-Rodríguez using questionnaires with 121 adolescents from Seville between the ages of 16 and 19. Their results show that after exposure to immersive videos «there is a clear indication of intention to change behavior and awareness and determined intention to support victims of gender violence.»
This result coincides with another investigation carried out in Mexico, in which 248 adolescent students who were given classes on equality and who were shown a 360° video that depicts gender violence. Through their answers, the students accepted that violent actions threaten the life, rights, and dignity of women, «recognizing the responsibility they have as participants in machismo and the patriarchal vision that dominates society».
In Spain, public institutions such as the Astigarraga City Council have also experimented with virtual reality through a project on sexual education and gender equality with games that bring young people between the ages of 12 and 14 closer to situations that are experienced on a daily basis. Also, The Aragonese Youth Institute developed the campaign ‘Real Inequality: An Experience in Virtual and Augmented Reality’ in 2019 to raise awareness and prevent gender violence. Meanwhile, the Malaga City Council and the University of Malaga developed the campaign ‘Put Yourself in their Skin’, a 360º short film that places the viewer in the shoes of a victim of bullying in different settings of their lives.
These 360º videos show what millions of women suffer for being women: psychological violence, physical violence, sexual violence, street harassment and workplace harassment among others. Most of the immersive experiences have been aimed at women to be able denounce the various types of violence, or at witnesses so as not to be accomplices, and only a few initiatives have been directed at men or abusers, such as those that have been carried out in Catalonia and replicated in cities like Vigo.
Virtual reality for abusers of gender violence
Neuroscientist Mavi Sánchez-Vives, startup Virtual Bodyworks, and the Generalitat de Catalunya in Spain have used virtual reality to confront abusers with their own acts and sensitize them to the harm they cause to their victims. By experiencing what they do by using avatars, this technology has been shown to generate «an improvement in the empathy of the abusers towards the women they aggress«. This is known as ‘Embodiment’, or the illusion of being embodied in a virtual reality experience. According to Sánchez-Vives, this can influence behavior, attitudes, and cognition by tricking the brain into thinking the virtual body is the real body.

Despite the fact that this experience has been replicated in prison systems in other cities, public institutions in Spain and the press have not yet explored the potential of immersive narratives to incorporate them into their regular awareness campaigns. With the exception of isolated initiatives, the use of 360° technology, which has been shown to generate empathy, a key factor in combating gender violence and promoting gender equality – an issue that is part of the United Nations’ Sustainable Development Goals (SDGs) – has not been fully utilized.
Carrying out immersive experiences, through virtual reality or 360° technology, would be feasible in the current context due to the increasing consumption of immersive content. Moreover, the cost of 360° technologies, including cameras, software, VR glasses, and Google Cardboard, has reduced significantly, and distribution has become easier through platforms like YouTube. These favorable conditions could support the creation of new immersive campaigns that complement traditional communication strategies, with a particular focus on men, without shifting the responsibility onto women or witnesses.
Acerca de la autora

Mariela Luján Escribano
Periodista. Doctoranda de la Universidad de Granada. Investiga sobre la realidad virtual y violencia de género.
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