El ilustrador ha publicado ‘Laborachismo’: un libro que habla de feminismo; de la economía, la independencia y el empoderamiento de la mujer
Javirroyo escribe con dibujos, así lo he leído en declaraciones en las que habla de sí mismo y me parece certero. Escribe de ecología, derechos humanos, mujeres, crisis, actualidad, … donde se percibe sensibilidad e inteligencia emocional en cada motita de tinta.
Ilustrador y diseñador
Sus ilustraciones le dan un toque de humor tierno y sabroso a la gastronomía en el libro del que es coautor, ‘La tortilla de patatas’ con el cocinero David de Jorge, el cómic de ‘Historias y Recetas’ con Martín Berasategui y David de Jorge o ‘Resetas, un libro sobre recetas de setas de Sigüenza’. Ha ilustrado ‘Liquidación por Derribo’, de Lucía Etxebarría; es autor del ‘Primer cómic antiglobalización de la historia’ con dos títulos: ‘La Cebolla asesina’ y ‘La Cebolla Asesina y los 7 pecados vegetales’.
Creador de la marca de vinilos decorativos Chispum, en la que colabora como autor. Sus diseños e ilustraciones se distribuyen en Europa, USA, Canadá, Japón, Corea e Iberoamérica. Fundador, editor y autor de El Estafador, publicación semanal de humor gráfico online. Ilustrador para editoriales como Penguin Random House, Edelvives o Santillana y para publicaciones como Interviú, El País, El Semanal, Visual o Go! Barcelona.
Laborachismo
Me daba cosilla entrevistar a Javirroyo, que a su vez, es un buen entrevistador, super natural, lo hace habitualmente en El Meteorito; pero todo fue muy fácil, porque lo hizo como él hace las cosas, sencillas. Nos hace un hueco en su apretada agenda a Comunicadoras Granada, y hablamos de su último trabajo, acaba de publicar ‘Laborachismo’, editado por Lumen; «un libro para hombres que surge del anterior, ‘Homo machus’», me cuenta; «En Homo Machus abrí muchos melones relacionados con el machismo: el propio sistema machista, entender el machismo como un sistema que nos ataca a todos en general y a las mujeres en particular; a las mujeres de una forma muy bestia, pero también a los hombres de forma sutil y también incisiva, en cuanto lo que nos han enseñado que tiene que ser un hombre, las masculinidades.
Hablaba de la educación, el trabajo y la violencia; de ese trabajo surgió este ‘Laborachismo’ con lo que considero uno de los temas más importantes para hablar del feminismo, lo que tiene que ver con la economía, la independencia y el empoderamiento de la mujer. Por varias razones, porque el trabajo siempre ha sido un coto para los hombres, ha sido montado por y para hombres; porque no tiene la sensibilidad de muchos de los temas que les interesa a las mujeres: hablamos de cuidados, de reparto de tareas, de relación dentro de la empresa, de cosas tan sencillas de cuándo se pone una reunión, para que no toque cuando los niños salen del cole; de sensibilidad en el lenguaje, de empatía, de comunicación; es verdad que hay algunas empresas que ya están ahí, haciendo ese cambio e integrar esa visión de los cuidados que debería ser de todos».

Te entrevisto en la semana del Día Internacional de las Mujeres y no es casualidad, ¿Qué es lo que te ha motivado a dar este paso tan valiente y meterte en el lío de denunciar el machismo y la discriminación hacia las mujeres? ¿Tenías ganas de marcha?
Lo primero que quiero hacer es explicar que los libros que hago, los escribo para que lo lean los hombres. Soy un tío que escribe sobre feminismo y creo que está bien. Es un libro para que los hombres lo puedan leer, lean sobre feminismo y den el primer paso. He recibido críticas por hablar sobre feminismo. Creo que es importante que los hombres nos sumemos, no para coger el protagonismo; este movimiento tiene que ser protagonizado y liderado por mujeres, evidentemente; pero sí para estar “al lado de”, que creo que es una posición que a mí me interesa mucho. La primera pregunta que te haces como hombre es, ¿Cómo puedo apoyar yo un movimiento feminista sin molestar, sin hacer mansplaining, sin estar en el medio o sin estar delante?, la respuesta es sencilla, estar al lado. Intentar contagiar de la visión que podemos tener algunos a otros hombres para que den ese paso. Desde la perspectiva de que es un viaje, igual que ha sido un viaje para las mujeres que quizás no se consideran feministas y de repente se empiezan a interesar, igual hacerlo con los hombres, creo que no tiene más misterio. Creo que es importante porque estamos en una sociedad con hombres y mujeres. Aunque el feminismo tiene que ser liderado por mujeres, la fuerza está ahí, es un movimiento vivo y si no cambiamos todos, no se va a producir un cambio real.
En este tema hay muchas opiniones y muy diversas, y creo que es positivo, hablan del movimiento más amplio en el mundo junto al ecologista, el que tiene que ver con el cambio climático. Es muy bonito ver como en este movimiento puede haber miradas tan diferentes como la de la Ministra de Igualdad, Irene Montero, que puede tener una visión más colectiva del feminismo y por otro lado, Ana Patricia Botín, por ejemplo, que también se considera feminista, una empresaria emprendedora con una visión más liberal diferente pero también defendiendo el empoderamiento de la mujer. Cuando ves esto desde fuera, lo que ves es que el movimiento feminista es un movimiento muy vivo, muy bestia y muy potente, muy esencial y necesario. Hay muchas sensibilidades dentro, como la que opina que los hombres no deberíamos hablar de feminismo, me parece discutible y respetable, aunque yo opine lo contrario, pero me parece interesante.
Volviendo al libro, Laborachismo
Dentro del libro está el tema de los cuidados, un tema en el que enfocarnos para poder entender muy bien en qué se basan las desigualdades laborales; ya no se puede entender ya el trabajo sin la vida. Este ha sido un gran aprendizaje de haber escrito el libro, si no entendemos que la vida ha cambiado y que está discurriendo de una forma determinada no seremos capaces de llevar la vida al trabajo y de encontrar respuesta.
El Covid ha sido un terremoto que nos ha sacudido, salvando los terremotos de Granada. El hecho de que nos cierren los coles, nos cierren los centros de día donde se cuida a los mayores, nos hemos dado cuenta de la falta de atención de los cuidados, y nos hemos dado cuenta porque lo hemos sufrido mucho todos, sobre todo las mujeres. La factura de la pandemia del COVID la han pagado las mujeres, se les debe mucha pasta; son ellas las que han asumido esas tareas, hay parejas que se lo han distribuido de una forma más equitativa, pero en general eso ha sido muy bestia.
Estoy a favor del Plan del Ministerio de proveer de cuidadores y cuidadoras públicos remunerados, parece que da en el clavo, porque el gran problema que padecemos es que no hay una valoración económica para los cuidados.
Repasando algunas de tus ilustraciones, como ‘No has entendido nada’, una colaboración para Cuarto Poder, provocó reacciones y comentarios muy representativos de las conversaciones que se vienen dando, y que se repiten en casi cada post en el que tratas la desigualdad, “ni machismo, ni feminismo, sino todos iguales”, “hay mujeres machistas y hombres feministas”, “La violencia no tiene género”, parece que es un concepto que cuesta definir… ¿te dan esos comentarios pistas para tus nuevas creaciones? ¿Para afinar todavía más y más el mensaje? o ¿sueltas la bomba y disfrutas?

Los leo a veces, pero si se disparan como en este, no me da tiempo a leerlos. Soy un tío bastante ocupado, dibujando y con otras historias. Me interesan mucho los temas sociales en general, creo que el feminismo es uno de los más grandes; a mí me preocupa mucho, el feminismo y la ecología; y no quiero ser un adalid del feminismo y no sé si mi siguiente libro será de feminismo o lo haré de otro trabajo. ¿Seguiré escribiendo y dibujando sobre feminismo? si, porque sigue siendo una injusticia pero …. yo tampoco soy muy valiente, creo que hago lo que tengo que hacer y decir.
Los comentarios negativos, se supone que hay libertad de expresión, yo intento ejercerla y ya está. Intento mantener los comentarios al margen. Pienso que el enemigo que tenemos es ese pensamiento, no hablo de las personas, las personas nunca son el enemigo; ese pensamiento retrógrado que intenta llevar los derechos que hemos conseguido como sociedad y los que se han conseguido avanzar en el feminismo, estos que dicen que ya lo hemos conseguido todo, que estamos intentando vender algo para subirnos a la ola; yo voy a seguir haciendo lo que creo que tengo que hacer y me da igual lo que me digan. Nuestro enemigo son los reaccionarios, la gente más ultra reaccionaria que nos intenta llevar al pasado.
¿No hay esperanza, entonces? ¿Si en el 2008 no se refundó el capitalismo, tampoco se va a refundar la corresponsabilidad?

Si creo que se darán pasos, ha servido para que se abra el debate, para que surjan ideas como la de los cuidadores públicos. Las crisis que ocurren nunca son para nada, siempre son para algo. No soy tan inocente para pensar que el año que viene todo el mundo va a ser corresponsable y vamos a alcanzar unas cotas de feminismo altísimas; son pasos, igual que uno no es feminista de la noche a la mañana tampoco los cambios surgen de la noche a la mañana, van ocurriendo poco a poco; vamos tirando de esa cuerda para ir llevándonos las cosas a un terreno más libre y más justo e igualitario. La sociedad es muy compleja y el feminismo está conectado con privilegios; alguien que tiene resueltas determinadas cosas, se puede dedicar a empujar y luchar y a otros les cuesta más, porque tiene determinadas cosas cubiertas. Es mucho más fácil ser feminista con dinero que sin dinero. La sociedad tiene muchos colores y vivimos en burbujas, todos mis amigos y amigas son de determinada forma. Si estoy en las redes, la gente que me sigue piensa como yo; de repente se meten otras personas de otras burbujas en mi cuenta y al ver sus comentarios digo, queda mucho por hacer. Poco a poco se va avanzando pero espero que dentro de unos años veamos lo que ha pasado y alucinemos porque todo haya cambiado.
He tenido suerte de que mi madre ha sido feminista, ha pertenecido a grupos feministas en Zaragoza, ha sido una feminista de hechos; con tres hijos varones, a los tres nos enseñó a ser independientes, nos explicó que para ser independientes deberíamos aprender a hacer las tareas de la casa, saber planchar, fregar, hacernos las camas, todo… Cuando yo crezco y veo que eso no era lo normal, alucinas mucho, pensaba que eso era lo normal en todas las casas. Cuando me preguntan si vamos para delante o para atrás pienso que hay fluctuaciones en la situación.
¿Qué te parece la polémica con la celebración del 8M? ¿la cosa se está poniendo chunga o es otro bache en nuestras accidentadas vidas?
Se ha aprovechado la pandemia en el 8M desde los sectores más reaccionarios. Una vez avisadas, las personas,las mujeres y hombres que van a estas manifestaciones las iban a hacer bien. Este año han tenido la excusa, espero que sea coyuntural. Chapeau cómo ha ido y creo que cada vez se va a sumar más gente.

Me cuesta no compartir en mis redes un dibujo tuyo cada día, tocas muchísimos temas de compromiso social, te mojas a tope con temas sensibles. En una época dura en la que los mensajes sinceros y emocionantes parece que nos dan fuerza porque son capaz de expresar lo que llevamos dentro, ¿ Te ha dado la fuerza a ti para este subidón profesional y creativo en plena pandemia de coronavirus?
Es algo que me sale muy natural, me gusta publicar, decir lo que pienso. Tengo muchos seguidores, estoy super agradecido y contento, creo que formo parte de esta gente, lo que digo son cosas que se piensan. Quizás ponerlas en blanco y negro sobre un dibujo, en un momento en el que Instagram es una red que facilita y premia la imagen pues hace que llegue a más gente.

Quiero pensar que llego a formar parte de la gente y que hago lo que sé hacer, que me encanta. Creo que, durante el confinamiento la gente compartía mucho y servía para apoyar y decir que compartía lo que yo estaba expresando. En Instagram es como ir a una carretera muy rápido a 150km por hora, vas viendo muchas imágenes y si es simple, si es sencilla, es más fácil de ver; es como ir por una carretera e ir viendo señales de tráfico; mis dibujos son como señales de tráfico.
Soy una persona muy normal, que trabaja desde la mañana a la tarde, hago mis cosas y ya está. A mí me gusta ser feliz en lo cotidiano y en lo normal. Que me siga mucha gente me encanta, tengo un altavoz, pero yo hago mi curro. Llevo dibujando desde los cinco años, ahora nos va muy bien, pero quién sabe, quizás se acaba instagram y yo sigo aquí haciendo mis cosas en el estudio y compartiendolas con mis amigos.
¿Cómo haces para simplificar tanto, para lograr la sencillez tan impactante en el mensaje?
El hecho de simplificar tiene que ver mucho con la empatía, es como cuando intentas explicar a alguien para que lo entienda, (también soy profesor de ilustración en la universidad), lo simplificas mucho y por otro lado explicar esto con una imagen sencilla también dejas la puerta abierta a la interpretación, dejas una parte del mensaje al receptor. Hay un intento de empatía y generosidad. Cuando eres pequeño empatizas con los playmovil cuando juegas, porque la cara de los playmobil es tan sencilla que es la cara de todos; ese es el trabajo, si haces las cosas simples, la empatía es mayor. Para mí es muy importante eso. Si eres capaz de explicar cosas complejas de forma sencilla, incluso llegando al esquema, con figuras muy simples, círculos que se cruzan, ese lenguaje gráfico que entendemos todos, ¿Por qué no usarlos?, estoy en la fase de simplificar mucho, creo que es un valor en comunicación, de que menos es más en comunicación, llegas a más gente.
Cuéntanos el truco de hacer el humor con palabras
El truco de hacer el humor es como una receta, se suele hacer en casa; puedes hacerlo en la cocina. Necesitas tener un tema, un tema que te queme un poco, y relacionarlo con otra cosa. Es tener una idea dentro de un tema y relacionarla con otra. Juntas dos ideas que a nadie se le había ocurrido unir y ahí surge la magia, surge otra idea. Es muy complicado lo del humor y la creatividad porque son difíciles de definir, hay que practicarlo, es un ejercicio; se parece al atletismo, si estás todo el tiempo haciendo esto, es mucho de oficio y ya está. Todos los días te levantas y te pones a hacer una viñeta, al principio no tendrán ninguna gracia, sólo las entenderás tú; al final te saldrán viñetas que tengan gracia.
Cuál sería el tema que supondría un «marrón» para tí
El tema con el que me he jubilado, que no voy a tratar más es el del Islam; ese tema no me apetece nada, es tremendo. Todos los temas son un reto y me apetece hacerlos, échame lo que quieras; pero sobre ese tema no quiero saber nada.

Acerca de la autora

Susana Sarrión García
Periodista. Gestiono redes sociales y colaboro en El Salto Andalucía. 'Sin humor, ecología y feminismo, no podemos vivir. Sencillo es mejor'.
Mi aplauso para Javier Arroyo por hablar de feminismo como lo.hace, de estar a nuestro lado de su gran compromiso social a través de sus ilustraciones. Ojalá su libro lo lean muchos hombres!Y un aplauso también para comunicadoras Granada por pedazo de entrevista. Gracias Susana!
Gracias, Nuria,¡un abrazo del equipo de Comunicadoras!