Hace casi 2.000 días, el 8 de marzo de 2021 harán 1.095 de aquel día. Han pasado todos esos días y hemos vivido muchas fechas históricas entre tanto. Pero mi mirada no quiere perder el referente que supuso para miles de mujeres de todo el mundo el 8 de marzo de 2018.
Aquel día sentimos que juntas era posible parar el mundo, y que si nosotras parábamos el mundo se detenía. Juntas logramos hacer valer las miles de quejas que cada una habíamos hecho otras tantas veces en soledad.
Juntas pudimos gritar con una sola voz y juntas abrimos todos los telediarios, portadas y boletines. Nadie pudo decir que éramos unas pocas exaltadas, porque éramos miles, millones de mujeres movilizadas de forma pacífica. Juntas logramos que se escuchara que el techo de cristal nos asfixia, que el suelo pegajoso nos atrapa, que la ausencia de conciliación nos merma, que la desigualdad salarial nos anula, que el acoso laboral nos atemoriza. Y juntas sentimos que era posible comenzar a cambiar todas esas desigualdades para lograr una sociedad equitativa.
Sentimos que la igualdad era un asunto relevante, que le importaba a toda la sociedad.
En Granada llovía e inundamos las calles de paraguas morados, de lazos morados. Y nosotras, las periodistas, vestimos orgullosas nuestros brazaletes morados. Porque nuestras reivindicaciones de aquel día eran compartidas con todas las mujeres del mundo, pero eran además, las nuestras. «Las periodistas paramos» fue el lema que reunió a más de 8.000 profesionales en España y más de 100 sólo en Granada, todas con una sola voz gritamos por un periodismo feminista, por el “periodigno”, por el tratamiento igualitario de la información, por que las mujeres tengamos una presencia igualitaria en las noticias como protagonistas, como portavoces y como expertas. Y nos unimos al resto de gritos por la igualdad real en todos los foros de la sociedad.
Si mi memoria debiera escoger una fecha y un lugar para no olvidar sería el 8 de marzo de 2018 en Granada.
Aquella jornada y los días que la precedieron atesoran imágenes y sonidos que han de quedar en la memoria de todas las mujeres que protagonizamos aquel día histórico.
Yo participé en aquella “movilización feminista sin precedentes”. #YoEstuveAllí y aquí dejo recuerdo de que fue así y rescato esa fecha para dejar constancia de que las causas que me llevaron hasta las calles de Granada aquel 8 de marzo de 2018 siguen intactas, que cada una de las reivindicaciones que gritamos aquel día lamentablemente siguen vigentes, y que muchas de las mujeres que salimos a llenar las calles entonces seguimos creyendo lo mismo y batallando para que dejen de ser justas reivindicaciones y se conviertan en logros conseguidos.
Acerca de la autora

Silvia Muñoz Pérez
Periodista y feminista, no necesariamente en ese orden. Técnica de Comunicación en la Administración Local y activa defensora de las redes de mujeres como herramienta de transformación social.
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